Casi uno de cada cinco jóvenes teme que su profesión actual o recién adquirida pueda desaparecer del mercado laboral. Por otro lado, casi la mitad cree que el futuro de su profesión parece bueno. ¿Deben temer o dormir tranquilos? ¿O simplemente dejar que las cosas pasen?
¿Qué hay en este post?
Mayoría optimista, minoría pesimista
El 80% de los encuestados de la encuesta “La carrera después de la graduación”, encargada por Coders Lab, no se preocupa por cómo será el mercado laboral. Solo uno de cada cinco encuestados ve el futuro de su profesión de forma negativa. El 58% de los encuestados espera trabajar en su profesión aprendida.
Hace dos años se hizo una pregunta similar a los estadounidenses. Resultó que, aunque el 65% de los encuestados creía que dentro de 50 años los robots y los ordenadores realizarán trabajos que antes estaban reservados a las personas, el 80% no temía perder su empleo por ello. Sin embargo, la encuesta más reciente muestra que el porcentaje de “tecnófobos”, es decir, de personas que temen perder su trabajo por la creciente automatización y robotización de los puestos de trabajo y por la inteligencia artificial y, en general, por la tecnología, representa el 37% de la sociedad estadounidense.
¿Me privarán los robots de mi trabajo?
Relativamente pocas personas son todavía conscientes de los inevitables cambios en el mercado laboral. Cabe señalar que los encuestados en el estudio de Coders Lab eran jóvenes -estudiantes y graduados universitarios-, por lo que el conocimiento de los cambios que se avecinan es probablemente aún menor en toda la sociedad polaca. Las dos profesiones más prometedoras en el estudio “Carrera después de la graduación” son programador (13%) y especialista en IT (10%). Cuando se combina con la categoría “trabajar en IT”, las profesiones relacionadas con el sector tecnológico son las más prometedoras según una cuarta parte de los encuestados. En segundo y tercer lugar, los encuestados mencionan el trabajo en profesiones técnicas (5%) y en la atención sanitaria (4%).
Los estudiantes y licenciados en ciencias naturales, agricultura, silvicultura, veterinaria y humanidades son los que menos convencidos están de las buenas perspectivas del sector. Los principales motivos de preocupación son la creencia de que no habrá demanda en el mercado en el futuro (47%), la automatización/robotización del puesto (34%) y la desaparición general de la industria (23%).
Escasa movilidad y cambios forzados
Hasta un 61,4% de los encuestados respondió que no había cambiado de profesión ni se había reciclado en una carrera diferente. Los que han cambiado de sector, en la mayoría de los casos han estudiado arte o ciencias naturales.
Entre los que se han reciclado, la razón más indicada fueron los cambios en el mercado laboral, indicados por casi el 30% de los encuestados. Si combinamos este motivo con otro, “era difícil conseguir trabajo en la antigua profesión”, resulta que para casi el 50% de los encuestados es el dinamismo del mercado laboral -la desaparición de profesiones o la falta de demanda de sus cualificaciones- el motor del cambio.
“Vivimos en una época en la que cambiar de profesión en una determinada etapa de la actividad profesional debería ser algo natural y, sin embargo, se suele imponer. Por un lado, es bueno que los jóvenes no vean los riesgos relacionados con el mercado laboral -la automatización, la robotización y el traslado de puestos de trabajo a países donde el trabajo es más barato-. Por otro lado, los estudiantes y los licenciados deberían prepararse ya para los frecuentes cambios de profesión. En la actualidad es realmente difícil planificar un futuro profesional para una docena de años”, comenta Leszek Wolany, de la escuela de informática Coders Lab.
Las competencias del futuro
Los encuestados consideran que el conocimiento de programas informáticos (por ejemplo, Microsoft Office o especializados, relacionados con la industria) y tener conocimientos especializados son las competencias genéricas más importantes.
Curiosamente, la soft skill más importante según ellos fue la capacidad de aprendizaje rápido, que resultó ser muy importante para el 36,6% e importante para el 52,7% de los encuestados. “Hay que comunicar claramente que la educación superior -con la excepción de unas pocas profesiones- ya no es una forma de conseguir una buena profesión para toda la vida. Un diploma de educación superior no garantiza un buen trabajo, mientras que la disposición continua a ampliar los conocimientos puede aumentar esas posibilidades”, afirma Leszek Wolany.
Coders Lab, en colaboración con la agencia de investigación SWR Research, ha llevado a cabo por segunda vez la encuesta online “La carrera después de la graduación” entre estudiantes de los últimos años de carrera y graduados universitarios. El objetivo del proyecto era conocer cómo evalúan los graduados el transcurso de su formación académica y cuáles son sus efectos cuando se enfrentan a la realidad del mercado laboral.